MADRE SOLTERA, CON AMOR TODO LO PUEDO...

Como mujer y madre soltera, cuando llega la crisis al hogar y el dinero no alcanza más que para las cosas básicas, sientes la desesperación de no poder dar más, porque no tienes a tu lado a nadie que te apoye económicamente y sólo cuentas con lo que da tu propio trabajo. Y llegan las cuentas de la luz, del agua, del teléfono… y las facturas están ahí frente a tus ojos y sabes que no cuentas con el dinero suficiente para cubrirlas.

Entonces es cuando sientes esa impotencia de no poder dar a tus hijos más de lo que puedes. Es cuando elevas los ojos al cielo y preguntas a Dios el porqué de esta vida que vives…

Te esfuerzas en todo lo que haces, no solamente por saber que recibirás dinero a cambio, sino también porque te gusta lo que haces y pones empeño en ello. Aún así no es suficiente para salir adelante.

No puedes dormir, pensando una y otra vez en encontrar la manera de trabajar más para tener lo suficiente para dar a tus hijos, para pagar esas deudas que tienes. Y te ves abatida y triste, encerrada en tu habitación pensando en el porqué de la vida, esperando un milagro o una mano amiga que te ayude a salir de todo este problema en el que está envuelta tu vida… Pero sabes que no cuentas con nadie en la vida, porque nadie te da la mano cuando se trata de dinero, porque así es la vida de egoísta cuando se trata de la economía.

Aun siendo una mujer fuerte y segura, aun siendo mujer de trabajo y de hogar, una mujer que ha logrado sacar adelante a sus hijos, no puedes evitar sentirte derrotada en estos momentos. Pero no pides dinero… pides trabajo, porque sabes de lo que eres capaz.

Debes sacar fortaleza desde dentro de tu ser, sentirte fuerte y segura de que eres capaz de salir adelante sola, porque sabes que nadie te dará la mano, ni vendrá a pagarte las facturas. ¡Tú tienes que enseñarle al mundo que puedes! Tu naturaleza fuerte te hará crecer y el trabajo llegará a ti y podrás vivir como tú quieras vivir. Tú sabes que eres grande, eres mujer y por ello tienes dentro de ti el ímpetu y la fortaleza de salir adelante sola, de darles a tus hijos lo necesario para que vivan en completa armonía… Con ello la felicidad estará en tu hogar, con Dios en medio de tu casa para protegerles y vivir felices.

Sonríe, que los problemas se queden en tu hogar, en tu interior, que la gente no te vea derrotada. Demuéstrales lo grande que eres como mujer, y recuerda: siempre mirando al frente.

Dios nunca te dará más carga de la que puedas llevar…

Y si en tu hogar hay amor, eso vale mucho más que cualquier cosa material. El amor de una madre llena de tibieza su casa. Abrazar a un hijo es una bendición enorme, y ya todo lo que haga falta llegará. Tú sabrás darle la vuelta a los malos tiempos.