Para muchas mujeres el paso del tiempo no sólo se refleja en sus responsabilidades como madres, esposas y profesionales, sino también en su piel. Las consecuencias de la exposición a los rayos solares, el medio ambiente y un cuidado inadecuado, van haciendo que la piel no luzca como en su juventud.
Aunque el proceso de envejecimiento de la piel comienza a los 25 años, al entrar a los 30 años esta empieza a lucir más reseca y, por lo tanto, es importante hidratarla. A los 40, la piel pierde su elasticidad, luciendo apagada y con los poros más grandes.
En esta etapa tienden a aparecer manchas debido al proceso de decoloración que sufre la piel. Con la pérdida de estrógenos en la menopausia se aceleran procesos que la hacen lucir menos elástica e hidratada.
Si bien estos procesos son naturales e irreversibles, las mujeres pueden evitar la aparición temprana de los síntomas o minimizarlos siguiendo una rutina de cuidado que mantendrá su piel sana y bella.
PASOS PARA CUIDAR LA PIEL1. Limpiar: además de desmaquillar, es necesario retirar las impurezas del rostro causadas por el contacto diario con el medio ambiente. Para realizar una limpieza profunda, sin resecar la piel o dejarla acartonada, se recomienda usar una loción limpiadora, que gracias a su fórmula Syndent de última generación, retira el maquillaje sin agredir la barrera protectora o generar irritación en el rostro.
2. Humectar: no cualquier producto cumple con las expectativas de ese importante paso del cuidado de la piel. Es por esto que a los pocos días de iniciar su tratamiento generan una sensación grasosa. Existe en el mercado una completa línea de humectantes que trabaja en la profundidad de la piel brindando protección prolongada sin causar alergias ni irritaciones.
3. Proteger: debemos cuidar nuestra piel diariamente de cualquier otra luz a la que pueda ser expuesta. Lo ideal es que al fotoprotegernos lo estemos haciendo contra rayos UVB y UVA. Defense 50+ PF28 es un completo sistema de fotoprotección que contiene más de siete filtros que garantizan la más alta protección, sin generar alergias ni tapar poros.
No hay nada más difícil y a la vez placentero que escuchar una suave voz querida llamándote “abuelita”. Es signo de que ha pasado el tiempo, pero también de que algo bueno has hecho, algo que te llena de ternura. Cuando llegan los nietos descubrimos que hay más amor en nuestros corazones de lo que jamás habíamos imaginado. El corazón rebosa con la voz de los nietos llamándonos cuando nuestros hijos nos los traen a casa. Pensábamos que el amor de madre era el más sublime, y el de mayor intensidad posible… pero cuando nuestros hijos llegan con nuestros nietos, nos encontramos con que ese ser diminuto recién llegado nos roba el sueño noche y día, y sólo queremos verlo crecer entre nuestros brazos. Como madre, has sido la mejor madre que supiste ser: lo diste todo por tus hijos, también todo tu corazón. Pero como madre, también tenías tus miedos, criabas a tus hijos con la constante preocupación de que les vaya a pasar algo malo a los hijos, que no se vayan a enfermar y que...
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